Los escolares españoles de 8 a 15 años leen más que nunca


Los analfabetos funcionales siguen siendo el 25% al llegar a los 16 años. Los expertos advierten de que el hábito debe ir más allá de la literatura
Los escolares de 8 a 15 años leen hoy más textos --literarios o de cualquier otro tipo y en todos los soportes-- que en toda la historia de la educación, según datos del Ministerio de Educación y de la Asociación Nacional de Editores de Libros y material de Enseñanza (ANELE). Pero el reto es hacer que la lectura sea más efectiva como herramienta esencial del aprendizaje y del conocimiento y rebajar la cifra del 20% de los denominados "analfabetos funcionales", alumnos que cumplen los 16 años sin ser lectores competentes. Ello hace imposible su incorporación al mercado laboral y les aboca a la exclusión social, según Carmen Campos, consejera técnica y responsable del programa LEER.ES (leer.es) del Ministerio de Educación. Hacia el objetivo de que en el 2020 ese porcentaje se sitúe en el 15% --similar a la media europea, según Campos-- se dirigen desde el 2009 los planes en esta materia del ministerio que ahora dirige José Ignacio Wert.
El último Informe PISA, del 2009, situó a los alumnos españoles de 15 años 12 puntos por debajo de la media de la OCDE en comprensión lectora. La diferencia se amplía a 13 puntos en los de 9 años, según el estudio europeo PIRLS del 2011.
Los expertos aseguran que leer en papel o en pantalla ya no es una dicotomía, y que con los nativos digitales "ahora mismo en España los que son buenos lectores lo son en ambos soportes". "El programa LEER.ES trata de mentalizar a profesores, padres y alumnos de la importancia de leer no solo literatura, sino sobre todas las materias a lo largo de toda la etapa educativa, especialmente en la fase crítica de la adolescencia", asegura Campos, que ha propuesto cambiar el nombre del plan por el de Alfabetizaciones Múltiples. "El canon literario es muy importante, pero la lectura es algo más", insiste Campos, profesora de literatura.
LA ADOLESCENCIA La ANELE constata en su último barómetro que el 85% de los niños de 10 a 13 años dicen leer libros en su tiempo libre, y el 77%, hacerlo diaria o semanalmente. Su director general, José Moyano, advierte de que el descenso de la lectura "suele coincidir con la adolescencia y el auge de las hormonas, lo que unido en España a tanto sol y tantas formas de ocio dificulta el hábito lector". Mientras, sí aumenta la lectura en las redes, con teléfonos móviles y otros soportes. "En todo caso, hacen falta más planes de promoción y de bibliotecas para fomentar la lectura y apoyar una industria que cada año edita 9.000 títulos de literatura infantil y juvenil", sostiene Moyano.
Begoña López, experta en alfabetización y formación de formadores para el fomento de la lectura, asegura que los niños la practican hoy muy tempranamente, sobre todo a través de los diversos soportes digitales: "Los docentes --observa-- tienen que evitar la rigidez de imponerles leer una obra y abrirse a los gustos por la elección de los temas de los alumnos. Tenemos que detectar cuáles son sus capacidades e intereses temáticos para dinamizar el proceso de lectura".
López apunta que esta tarea exige dedicación por parte de los docentes, dificultada en tiempos de crisis y con muchos niños en el aula. "Las campañas de fomento deben ser permanentes. Un niño que diga que no le gusta leer es que ha tenido una mala experiencia", añade.
TIEMPO DE OCIO Para la psicopedagoga valenciana Pilar Pérez Estévez, "claramente los escolares leen más", pero no deben limitarse a la narrativa o al ocio. "Los alumnos --explica-- han de leer para aprender, informarse o disfrutar. Pero, por desgracia, no ha calado la idea de que todos los profesores somos profesores de lengua. Muchos alumnos sacan mala nota en matemáticas porque no son capaces de comprender los textos de la asignatura". A su juicio, las campañas de promoción inciden mucho en la lectura como ocio, "lo cual está muy bien, pero deben hacerlo también en otros campos". "Tenemos que enseñar las nuevas alfabetizaciones porque los textos ya son multimodales", apostilla en este sentido.

P.D.: Si hablamos de Aragón y teniendo en cuenta que las bibliotecas nacionales cierran los sábados y las tardes del verano, que las bibliotecas locales no reciben presupuestos para actualizar libros de texto, y que los recortes en educación han hecho que las bibliotecas escolares no funcionen este curso... 

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