Los rectores plantean suprimir la convocatoria de septiembre EDUCACIÓN SUPERIOR. Los alumnos se oponen a la modificación del calendario lectivo. Las clases se iniciarán veinte días antes y terminarán en Navidad.
La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) insiste en que es necesario cambiar el calendario lectivo para adaptarlo a Europa. O lo que es lo mismo unificarlo con todos los países de la UE, siguiendo la línea del Plan Bolonia. En la práctica la propuesta consiste en empezar antes las clases y eliminar la convocatoria de recuperación de septiembre para llevarla a junio.
Por el momento, el documento que la CRUE ha remitido a todos los campus se ha topado con la oposición frontal de los estudiantes. El caso de Zaragoza no es una excepción. A ello hay que sumar que el rectorado tampoco está, en estos momentos, por la labor. Entre otras cosas porque el grado de conflictividad con los estudiantes anti-Bolonia no recomienda introducir modificaciones que conlleven más malestar en el campus.
Fernando Zulaica, vicerrector de Estudiantes y Empleo, se mostró partidario de abrir un amplio debate. Sobre todo porque "cambiar el sistema de exámenes es algo muy complicado. Es preciso alcanzar el máximo consenso. Y ahora quizás no sea el momento más idóneo". La Universidad de Zaragoza, por lo tanto, no va a ser la que encabece el movimiento para modificar el calendario. "En nuestros campus hay muchas diversidad de opiniones. Debemos atajar el asunto con calma, aunque en principio no somos contrarios a la propuesta que nos ha remitido la CRUE", explicó Zulaica.
Tampoco los universitarios están por la labor. "A nosotros no nos gusta. Principalmente porque se elimina septiembre y se lleva a junio. Esto quiere decir que aquellos alumnos, apenas tendrán tiempo para prepararse las recuperaciones del primer semestre", subrayó Manuel Moreno de Estudiantes en Defensa de la Universidad (EDU). Salvador Lou, del Sindicato Independiente (SEI) manifestó que suprimir septiembre "será negativo para el alumnado, porque en realidad supondrá perder una oportunidad para aprobar".
En líneas generales el documento elaborado por la CRUE pasa por crear dos grandes semestres, cada uno de ellos con 18 semanas, 15 de ellas lectivas, dos de exámenes y una de descanso. Esto implica iniciar las clases antes, es decir sobre el 7 de septiembre, para terminarlas en Navidad y realizar las evaluaciones después de Reyes. Luego, el curso se terminaría en mayo con pruebas en junio, tanto ordinarias como extraordinarias.
Además a estos retoques en el calendario, habría que sumar el hecho de que será también preciso modificar las fechas de selectividad. "Ya no se podrá hacer en septiembre como hasta ahora, pues eso significará que tendremos alumnos que se incorporarán a clase unos 20 días tarde", dijo Zulaica. Por este motivo la prueba de acceso a la universidad tendrá que llevarse también a junio o julio. "En realidad los que suspendan en primera convocatoria tendrán muy poco tiempo para la segunda, con lo cual no sabemos si servirá para algo o no", aseguró Manuel Moreno, quien apostó, de momento, por "dejar las cosas como están".
Por el momento, el documento que la CRUE ha remitido a todos los campus se ha topado con la oposición frontal de los estudiantes. El caso de Zaragoza no es una excepción. A ello hay que sumar que el rectorado tampoco está, en estos momentos, por la labor. Entre otras cosas porque el grado de conflictividad con los estudiantes anti-Bolonia no recomienda introducir modificaciones que conlleven más malestar en el campus.
Fernando Zulaica, vicerrector de Estudiantes y Empleo, se mostró partidario de abrir un amplio debate. Sobre todo porque "cambiar el sistema de exámenes es algo muy complicado. Es preciso alcanzar el máximo consenso. Y ahora quizás no sea el momento más idóneo". La Universidad de Zaragoza, por lo tanto, no va a ser la que encabece el movimiento para modificar el calendario. "En nuestros campus hay muchas diversidad de opiniones. Debemos atajar el asunto con calma, aunque en principio no somos contrarios a la propuesta que nos ha remitido la CRUE", explicó Zulaica.
Tampoco los universitarios están por la labor. "A nosotros no nos gusta. Principalmente porque se elimina septiembre y se lleva a junio. Esto quiere decir que aquellos alumnos, apenas tendrán tiempo para prepararse las recuperaciones del primer semestre", subrayó Manuel Moreno de Estudiantes en Defensa de la Universidad (EDU). Salvador Lou, del Sindicato Independiente (SEI) manifestó que suprimir septiembre "será negativo para el alumnado, porque en realidad supondrá perder una oportunidad para aprobar".
En líneas generales el documento elaborado por la CRUE pasa por crear dos grandes semestres, cada uno de ellos con 18 semanas, 15 de ellas lectivas, dos de exámenes y una de descanso. Esto implica iniciar las clases antes, es decir sobre el 7 de septiembre, para terminarlas en Navidad y realizar las evaluaciones después de Reyes. Luego, el curso se terminaría en mayo con pruebas en junio, tanto ordinarias como extraordinarias.
Además a estos retoques en el calendario, habría que sumar el hecho de que será también preciso modificar las fechas de selectividad. "Ya no se podrá hacer en septiembre como hasta ahora, pues eso significará que tendremos alumnos que se incorporarán a clase unos 20 días tarde", dijo Zulaica. Por este motivo la prueba de acceso a la universidad tendrá que llevarse también a junio o julio. "En realidad los que suspendan en primera convocatoria tendrán muy poco tiempo para la segunda, con lo cual no sabemos si servirá para algo o no", aseguró Manuel Moreno, quien apostó, de momento, por "dejar las cosas como están".
Fuente: Periódico de Aragón 24/02/09 - M. Vallés
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