Vuelve a la carga el Programa de Apoyo familiar del IES de Andorra

Entre las novedades se encuentran sesiones exclusivas para el profesorado
MARCOS NAVARRO / Alcañiz
Con la confianza en el trabajo bien hecho que da haber obtenido el año pasado una mención especial en el Concurso de Experiencias Educativas de la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (Ceapa), el APA Manuel Aguado del IES Pablo Serrano de Andorra volverá este curso a desarrollar su proyecto Plan de Apoyo al Ámbito Familiar. Este año se reducirá el número de charlas con los padres, aunque se incorporarán algunas sesiones con los profesores para que toda la familia educativa esté involucrada en el proyecto de resolver los principales problemas a los que se enfrentan los estudiantes.Además de mejorar los resultados académicos de los alumnos, el objetivo de la iniciativa, que surgió en 2005, es “intentar que los padres aprendan a hablar con sus hijos”, dijo el secretario del APA Manuel Aguado, Agustín Martín.En este sentido, la asociación convoca anualmente a petición de los progenitores una serie de reuniones para tratar los temas que más les preocupan de sus hijos. De esta forma, en los puestos altos de la clasificación figuran problemas con el alcohol y las drogas, la rebeldía o el fracaso escolar. “Dependiendo de la temática de cada sesión, viene un experto en la materia que tras una pequeña charla se expone a las preguntas de los padres”, explicó Martín.Las sesiones se complementan con una serie de talleres en los que se forman grupos que consensúan respuestas ante los problemas que tienen en casa, siendo el experto quién dirige sus reflexiones.“El balance es muy positivo, hemos alcanzado un grado de éxito elevado. Por ello, la clave para este año será incidir sobre los problemas principales, resolver aquellas dudas que han quedado pendientes”, explicó Martín. Para ello, se reducirán las sesiones a la mitad, por lo que quedarán en dos o tres. Serán más largas, y tendrán lugar los viernes por la tarde. “Antes las hacíamos los sábado por la mañana, y aunque teníamos una media de 50 padres con picos de 80, notábamos que al final había cierto cansancio”, dijo el secretario del APA.Este curso habrá charlas exclusivamente para profesores “con la idea de que en casa y en el instituto transmitamos el mismo mensaje y cerremos el círculo”.Además, un día vendrá la Policía Judicial para alertar sobre los riesgos de Internet, el acoso escolar, las drogas y la violencia de género.A final de curso habrá una mesa redonda con personalidades que darán una breve visión sobre aspectos a concretar y que después se someterán a las preguntas de los padres. El año pasado acudieron el fiscal de menores de Teruel, la responsable de Educación del Justicia de Aragón, la presidenta de Fapar, el psicólogo del IES, el director del centro y el presidente del APA. “Asistieron 200 personas al acto, lo cual supuso un notable éxito”, señaló Martín.
Las claves del éxitoEl programa, que el año pasado editó un manual que se distribuyó por todos los centros educativos de Aragón, ha suscitado la curiosidad de numerosos centros de enseñanza y asociaciones de padres de España. El pasado 24 de octubre una delegación del programa asistió a la asamblea anual de la Asociación Profesional de Orientadores de Castilla-La Mancha (Apoclam), y ya tiene pensada otros viajes a Galicia, Granada y Toledo. “No lo estaremos haciendo tan mal cuando se nos reconoce la labor constantemente”, meditó Martín, aunque aún así les sorprende la expectación que están levantando. Por ello, dentro de las novedades de este año se incluye también la recepción de comunidades educativas interesadas por el proyecto.“El éxito radica en que trabajamos con los padres y no con los niños directamente. Lograr la implicación de los padres es mucho más difícil, y nosotros hemos notado que la mitad de los que acudían a las sesiones no se perdían ninguna”, dijo Martín. El resto fluctuaba en función de la temática de cada jornada, que se anuncia con anterioridad.El secretario del APA del IES de Andorra dijo que “orientamos a los padres para que controlen las compañías de sus hijos, que se interesen en conocer a los padres de sus amigos y que no les den tanto dinero para salir, que un adolescente no necesita 60 euros para pasar el fin de semana”. También insistían en que hay que dar ejemplo, ya que “si un padre no quiere que su hijo beba, no debe llegar tocado a casa ni siquiera en fiestas”. Otra de las cuestiones que los padres han tenido que aprender es a valorar los aprobados por encima de los suspensos, ya que “el fracaso escolar no consiste en que un alumno suspenda o tenga que repetir un curso, sino en que deje definitivamente los estudios”, dijo el secretario. Como consecuencia de este programa, el instituto ha rebajado el número de peleas e interrupciones en clase, y los resultados académicos son mejores.La dificultad que entraña establecer una experiencia educativa de este tipo en un centro de secundaria se refleja en que solamente dos de los once premios entregados por la Ceapa en octubre de 2008 no fueron para colegios.
Fuente: Diario de Teruel 3 de noviembre de 2009

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