El colegio público Ricardo Mallén de Calamocha va a instalar dos aulas móviles, conocidas como barracones, para paliar parcialmente el grave problema de espacio que padece. En ellas estudiarán durante el presente curso que se acaba de iniciar los alumnos de sexto de primaria. La falta de espacio del comedor ha obligado que se habilite también un pasillo del centro educativo. La directora del colegio público de infantil y primaria Ricardo Mallén de Calamocha, Mari Luz Serrano, manifestó que el incremento del número de alumnos en los últimos cursos, debido a los hijos de los inmigrantes y a los alumnos provenientes de los pequeños municipios de la Comarca del Jiloca, ha provocado que se quede más pequeño de lo que era el centro educativo. Mari Luz Serrano señaló que como medida para paliar la actual situación en que vive el colegio público de Calamocha, la Dirección Provincial de Educación va a instalar dos aulas móviles que acogerán a los dos cursos de sexto de primaria. La directora del colegio añadió que las obras para la instalación de las dos aulas móviles debían haberse iniciado el pasado 8 de septiembre y concluido a finales de este mes, “pero los trabajos no ha comenzado. Lo último que sé es que las obras para instalar las dos aulas móviles comenzarán en cuanto pudiera el empresario”, comentó. La directora del colegio público de Calamocha, que estrena el cargo, dijo que en los tres últimos cursos se había incrementado el número de alumnos en 60 y como consecuencia de ello las ajustadas instalaciones del centro se habían quedado pequeñas. “Este colegio tenía dos vías pero al aumentar el número de alumnos de hijos de inmigrantes y de alumnos provenientes de los pequeños pueblos se han tenido que habilitar más clases para los mismos cursos. Así, en primero y tercero de primaria hay tres clases y en infantil también hay tres clases para los niños de 3 y 4 años”.El incremento del alumnado ha repercutido también en el comedor escolar hasta alcanzar el número de 175 niños. “El centro era pequeño y ya se tuvo que adoptar en su día que el salón de actos se convirtiera en comedor y ahora un pasillo también se ha habilitado para comedor”. El aumento de niños que se quedan al comedor se debe, explicó Serrano, a que los padres de los alumnos de municipios pequeños al tener que trabajar la pareja han matriculado a sus hijos en Calamocha porque cuenta, además de otros servicios, con comedor escolar”.
Fuente: Diario de Teruel 24 septiembre 2009
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