El Ayuntamiento de Teruel, la Comarca Comunidad de Teruel, el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) y la Fiscalía de Menores han puesto en marcha un programa para combatir el absentismo escolar en la capital turolense. En sus primeros meses, el programa ha conseguido reducir considerablemente esta situación que, según todas las administraciones implicadas, pone en riesgo a los jóvenes que la practican.
El programa se desarrolla desde el curso pasado y en este tiempo ha conseguido que 45 alumnos de la capital turolense hayan rebajado el número de faltas de asistencia al colegio, lo que hace que dejen de estar considerados como absentistas, algo que se empieza a considerar a partir de un 25 por ciento de faltas en Primaria y un 30 por ciento en Secundaria.
Las administraciones implicadas, a través de la Fundación Azcara, se ponen en contacto con las familias para explicarles que el absentismo es un delito penal porque todos consideran que la mejor forma de acabar con él es la prevención. Además, el Fiscal de Menores, Benito Soriano, ha destacado que "apostamos por la prevención porque consideramos que en muchos de los supuestos al que se va a condenar es a los padres, pero el que no va es el hijo, aunque los padres hagan todo lo posible porque vayan".
Por otro lado, el director provincial de Educación, Jesús Villel, ha explicado que "no es un problema puramente familiar, ni tampoco es un problema puramente escolar", por lo que se ha alegrado de la colaboración ente instituciones que existe en este campo.
Además, el director provincial del IASS, José Luis Pinero ha apuntado que lo que empieza siendo un problema escolar lo acaba siendo social por los riesgos que corren los niños y jóvenes que no acuden al colegio. Según ha dicho, "los niños y jóvenes absentistas presentan un facto de riesgo que conlleva a otras situaciones no deseables de marginalidad e incluso de delincuencia, en definitiva de exclusión social".
Desde que está en marcha el programa la Fiscalía no ha incoado ningún caso por absentismo que, afecta por igual a todas las clases sociales y no siempre se da en familias desestructuradas. Además, según han detectado, la mayor parte de los casos se registran en niños de entre 12 y 14 años, una edad que también es difícil en otros aspectos de la vida de los muchachos.
El proyecto está dirigido tanto a los menores escolarizados como a su entorno sociofamiliar. Un grupo de expertos tratan tanto con la familia como con los propios alumnos para informarles, responsabilizarles, motivarles y facilitarles los apoyos necesarios que posibiliten su escolarización haciendo un seguimiento de todos los casos. Fuente: TERUEL, 13 Ene. (EUROPA PRESS)
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