La Federación
de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (FAPAR) ante la
polémica surgida recientemente por la publicación de la foto de un menú escolar
en las redes sociales manifiesta lo siguiente:
El comedor
escolar es un servicio complementario educativo y fundamental para muchas
familias, por distintas razones. Prueba
de ello ha sido la importante demanda del mismo y la preocupación con la que
las familias abordamos la atención que nuestros hijos e hijas reciben en este
periodo.
Desde hace
varios cursos escolares han sido numerosas las quejas recibidas en esta
Federación por parte de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, que a su
vez las recibían directamente de las familias, referidas fundamentalmente a la
calidad y a la cantidad de los menús, que han sido trasladadas en distintas
reuniones al Servicio Provincial de Zaragoza y al propio Departamento de
Educación. En algunos casos, los problemas denunciados se han subsanada en
conversaciones mantenidas en los propios
centros directamente con las empresas suministradoras de los menús. Sin embargo
la falta de criterios unificados, de un protocolo que garantice la supervisión
de la calidad de los mismos, no ha llevado a apoyar como Federación la
iniciativa que desde varias APAs se inició el curso pasado de trasladar las
quejas, además de a Educación y Salud, al Justicia de Aragón.
A esta
situación se ha sumado que hace dos cursos escolares el precio del menú se
incrementó un 25% para las familias, haciendo que el precio del menú suelto en
Aragón en nuestros colegios públicos sea el más caro de todo el Estado y sin
que ello haya repercutido en un aumento de la calidad ni de la cantidad, sino
más bien todo lo contrario. Y la prueba evidente y lamentable de esto es la
fotografía que ha circulado recientemente en las redes sociales.
Por lo tanto,
nos sorprende que el Departamento de Educación manifieste a los medios de
comunicación que no sabe nada y que no
hay ningún problema ni con la cantidad ni con la calidad de los menús
escolares. Esperamos que no se busquen
culpables por esta publicación y que lo sucedido sirva de una vez por todas,
para que la Administración competente garantice una comida digna y de calidad a
nuestros hijos e hijas en los comedores escolares.
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