Es conocida la
existencia de mecanismos de selección del alumnado con base en criterios
económicos. El cobro de cuotas o la imposición de costes que sólo pueden ser
asumidos por un grupo limitado de familias es algo más que una sospecha. No hay
más que atender a los resultados de la Encuesta de Gastos en Educación que realiza el
INE para comprobar su uso generalizado por parte de los centros de enseñanza
concertada. Un instrumento ilegal pero tolerado.
No cabe esperar denuncia
de quien pasa por el aro: tiene allí a sus hijos. Pero sí cabría exigir que la
inspección educativa dedicara algún esfuerzo a detectar y denunciar esas prácticas
irregulares. Otra cosa es que lo haga, pues la dirección política de la
consejería de educación está en manos de personas con fuertes vinculaciones
personales al sector de la educación privada.
El económico es el
instrumento más burdo de selección. El ideológico es más refinado. Las
estadísticas oficiales proporcionan serios indicios de que en los colegios
privados concertados no se respeta, en la práctica, la libertad de conciencia.
Véase el cuadro siguiente en donde figuran, para nuestra comunidad, los
porcentajes de matrícula en la asignatura de religión según el tipo de centro y
el nivel educativo.
|
Primaria
|
ESO
|
Bachillerato
|
||||||
ARAGON
|
Católica
|
Otras
|
No cursa
|
Católica
|
Otras
|
No cursa
|
Católica
|
Otras
|
No cursa
|
Centros
públicos
|
69,2
|
2,0
|
28,8
|
29,6
|
0,2
|
67,4
|
15,0
|
0,0
|
84,9
|
Privados-Concertados
|
96,0
|
0,1
|
3,9
|
96,1
|
0,1
|
1,8
|
96,8
|
0,0
|
3,2
|
Privados
no concertados
|
55,0
|
2,3
|
42,8
|
35,7
|
0,0
|
64,3
|
90,0
|
0,0
|
10,0
|
Fuente: Las cifras
de la educación en España. Estadísticas e indicadores. Edición 2013
Corresponde al curso 2010-2011.
Es difícil de
entender que, por ejemplo, en secundaria cursen religión católica casi el 100%
de los estudiantes matriculados en centros privados concertados, cuando en los
centros públicos no llega a uno de cada tres. El azar no puede explicar que los
estudiantes que siguen “otras religiones”, aún siendo una minoría, estén
repartidos con el sesgo en que lo están: una proporción de 20 a 1 en primaria. Es decir, hay
20 escolarizados en la pública por cada uno que lo está en la concertada.
Tras estos datos
sólo cabe deducir que hay una exigencia por parte de los centros y una
aceptación (o lo tomas o lo dejas) por parte de los padres. Es decir que el
derecho a la libertad de conciencia que figura en la Constitución Española
es conculcado sistemáticamente en los centros privados, que imponen sesgos
ideológicos excluyentes con la cooperación necesaria de la administración
pública que los está financiando.
Si esto ocurría con
la LOE , la nueva
ley educativa de consuno con la práctica de la administración del PP de
potenciar la enseñanza privada concertada en detrimento de la pública va a
agravar todavía más el problema, haciendo que las solemnes declaraciones de
derechos que se proclaman queden en papel mojado. Aquí sólo tienen derechos los
de siempre. Tiene razón Julio Anguita cuando dice que la revolución de hoy pasa
por exigir el cumplimiento de la
Carta de Derechos Humanos que aprobaron las Naciones Unidas en
el ya lejano 1948. Fdo.: D. Pedro García Castrillo
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