Durante
años puse mi trabajo, mi voz comprometida y esfuerzo investigador en la defensa
de la escuela rural. Escribí artículos y un libro que se vendió más en
Iberoamérica que en España; impartí conferencias y a veces percibía que mis
reflexiones no preocupaban demasiado a las familias y profesorado, al tiempo
que perdía el favor de algunos políticos de turno, de todos los colores, por
escuchar lo que no querían oír. Pero, entonces, la crisis era sólo de ideas.
Sufrí
y sufrimos porque, exceptuando a FAPAR, éramos pocos quienes manteníamos un
discurso reivindicativo. Por eso, ahora, deseaba mantenerme en la distancia hasta
no ver a una columna infinita de padres y madres clamando, junto a los docentes,
contra la voladura controlada de la escuela que se está produciendo. La invitación
de La Comarca
me lleva a romper este silencio voluntario.
Se repite la historia, el ser humano es así. En los
años sesenta y setenta del siglo XX se produjo un proceso de desmantelamiento que
provocó la clausura de 500 unidades en Aragón. El modelo experimental actual es
Castilla-La Mancha donde se han cerrado las escuelas con menos de trece
alumnos. ¡Qué peligro!
Y sigo con el pasado. Con la recuperación de las libertades
democráticas se reivindicaba un pueblo-una escuela y que éstas fueran hacia
donde residían los alumnos y no al revés. Los vecinos de La Mata de los Olmos, entre
otros, realizaron una defensa numantina con éxito.
Desde 1999 contamos con transferencias educativas y,
aunque se realizó un esfuerzo económico sin parangón, no se pusieron en marcha
las medidas reflejadas en la
Declaración para la Escuela Rural
Aragonesa aprobado por unanimidad, en 2003, por el Consejo Escolar de
Aragón.
Ahora se inicia el camino de la privatización y qué mal lo
tenemos en la escuela pública y mucho peor en la rural. Aquí no se excluye a
nadie, es "la de todos", sin idearios, y es participativa porque la educación nos
hace libres en este mundo con déficit de democracia.
En Aragón no sobran maestros. Lo que sobran son políticos
incapaces de lograr un Pacto por la Educación , como en
otros países europeos, y sacar de sus guerras partidistas los asuntos
educativos. La educación es un arma de futuro pero ellos la han convertido en
piedra arrojadiza con tantas leyes generales como cambios del bastón de mando.
Que
nadie se equivoque. No es ésta una causa en la que los maestros pretenden
mejores sueldos y menos horario de trabajo como lanza el discurso oficial de
los "recortadores" (nada que ver con los toros) y como he escuchado
decir a mucha gente que mira hacia otro lado. Entiendo que no es agradable ni
fácil gobernar cuando las arcas están vacías. Sin embargo, me indigna que la
crisis se convierta en pretexto para atacar directamente a la escuela pública,
acusada insistentemente de ineficaz, y para dinamitar un derecho social
incuestionable.
No pretendo decirte lo que has de hacer con respecto a las
manifestaciones convocadas en toda España, por supuesto que no. Únicamente te
invito a leer otra vez éste y otros artículos para crear tu propia opinión. El
futuro de muchos hermosos pueblos de nuestro territorio depende de que su
escuela esté abierta para nuestros hijos y los hijos de éstos, y continúe
siendo un auténtico laboratorio de innovación donde trabajan maestros y
maestras codo a codo con las familias.
Hoy
imaginaré que voy a todas las manifestaciones. Si veo a la sociedad entera me
quedaré y si no regresaré a casa en silencio, y pondré la tele para ver
"Cuéntame lo que pasó". Me han dicho que el título del capítulo de hoy es "Los
políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos
motivos", que a mí me recuerda a la
frase de un Premio Nobel.
Fdo.: Salvador Berlanga Quintero.
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