Desde la Federación de
Asociaciones de Padres y Madres de alumnos/as de Aragón (FAPAR) en Teruel y
ante la perspectiva de más recortes para septiembre de 2013, donde se prevé el
cierre de 26 unidades - y solo la
creación de 3- en colegios, y la supresión de 87 plazas de docentes – y solo la
creación de 9-, todo ello acumulado a lo ya recortado desde septiembre de 2012
con cierre de aulas en colegios y de vías en institutos, y la supresión de más
de 150 plazas de docentes. Lo que hizo que aumentara el número de alumnos en
las clases a su vez la disminución de la atención individualizada hacia el
alumnado con ritmos más lentos.
Comprobamos como se
están realizando verdaderos encajes de bolillos desde lo Equipos Directivos
para poder atender las necesidades educativas más acuciantes en el alumnado con
necesidades de apoyos, confirmando como
la brecha entre la zona rural y la urbana se hace cada vez más notable, pues es
difícil mantener la igualdad de oportunidades cuando el papel integrador de la
escuela como compensadora de desigualdades, pasa a ser una mera quimera, frente a la regla de la equidad que consiste
en buscar el éxito de todos.
Ya se comprobó en el
presente curso escolar con los cierres de vías en bachilleratos, lo que fue en
perjuicio de los alumnos que querían ingresar desde la zona rural. O de los
alumnos que tenían que “recuperar” en septiembre y no contaron con transporte. O el tener que
desembolsar hasta 75 (setenta y cinco) euros los alumnos de la zona rural por
acudir a los CRIET, que fueron creados en los años 80 para compensar las
posibles desigualdades de escuelas incompletas o unitarias de la escuela rural,
facilitando actividades que exigen unos medios específicos y no poseen en
general las pequeñas escuelas. De la misma manera al alumnado que en horario
lectivo hacen uso de las instalaciones deportivas municipales se les cobra aún
siendo debido a que sus centros no cuentas con dichas infraestructuras.
Recordemos que hay más
de treinta y tres mil becas que aún están en espera del incremento de los tres
millones y medio de euros, comprometidos por la Consejería de Educación
para intentar paliar el error de cálculo para subvencionar tanto el servicio de
comedor como el de libros de texto. O las dificultades que las familias se
encuentran las semanas de inicio y final de curso para conciliar la vida
laboral y familiar al desaparecer el servicio de comedor.
Así pues por todas las
experiencias negativas que hemos podido comprobar en este primer trimestre de curso y ante las
negativas perspectivas para el próximo curso escolar, donde hemos ido
comprobando no solo todo lo arriba enunciado sino las sustituciones por bajas,
el envejecimiento de los tablet, la desaparición de programas educativos y
formativos, va en detrimento de la
formación que es necesaria para conseguir una mayor cualificación y
empleabilidad de nuestros jóvenes.
Por lo que una vez
más desde FAPAR Teruel estamos en desacuerdo con el trato recibido desde la Consejería de
Educación, donde lejos de la realidad de la idiosincrasia de Teruel, dan la
espalda a la particularidad de una gran extensión y poca población, donde se
necesitan programas que fijen población como las Escuelas Infantiles de 0 a 3 años y que se apoye más a
los colegios e institutos de la zona rural.
Lamentablemente las
familias nos sentimos desamparadas ante estas políticas que llevan al
desmantelamiento de la escuela pública tanto en la zona rural como en la
urbana. Extinguiendo plantillas que llevará a la desaparición de más aulas y a
su vez convirtiendo colegios completos en incompletos.
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