FAPAR, después de conocer varios proyectos de tiempos escolares que distintos centros han presentado en la convocatoria que el Departamento de Educación ha realizado para el curso 2018/2019, lamenta que el propio Departamento de Educación los haya validado por considerar que contienen aspectos que ponen en riesgo los objetivos de mejora para el alumnado con los que la normativa se ideó.
Asistimos al tercer año de elaboración de proyectos de flexibilización de tiempos escolares, pero estamos percibiendo que numerosos de los presentados en esta convocatoria se han convertido en apologías de la jornada continua, sin argumentar, en ningún caso, la necesidad de introducir cambios horarios para implantar o implementar sus proyectos de innovación. Entre otras razones porque la mayoría de los proyectos de innovación que se describen, o ya se están desarrollando y en consecuencia no precisan modificaciones de jornada, o bien se podrían realizar igualmente en la actual jornada, al no justificar las necesidades de los cambios horarios propuestos para introducir las mejoras que la convocatoria describe. Hemos insistido reiteradamente al Departamento que la innovación debe ser consustancial al proceso de enseñanza-aprendizaje y en modo alguno se debe vincular al modelo de jornada. Igualmente le hemos insistido, y nos ha manifestado compartirlo, que no se trata de describir las bondades de una jornada u otra, sino de presentar proyectos de innovación que justificasen las necesidades de introducir modificaciones horarias. Entre otras razones, porque a estas alturas todos somos conscientes de que un modelo u otro de jornada tiene defensores y detractores, argumentos respaldados por autoridades en la materia en una y otra dirección y, en ningún caso, las afirmaciones de mejoras académicas con los cambios han podido ser demostradas con resultados científicos e irrefutables, como tampoco lo son las afirmaciones sobre la fatiga por las tardes, más allá de percepciones particulares. Mucho menos las afirmaciones sobre conciliación, organización familiar vespertina o desarrollo de actividades en las tardes. En consecuencia, entendemos que se deberían evitar todo tipo de afirmaciones basadas en opiniones personales, máxime cuando aparecen en un documento oficial.
Por otra parte, hemos percibido que en varios proyectos no se está respetando el necesario e imprescindible tiempo para la comida del alumnado antes de incorporarse a actividades de refuerzo educativo o talleres posteriormente. En el artículo 12 de la Orden que regula la convocatoria se alude a que se programen dichas actividades “para favorecer la incorporación del alumnado que no utilice el servicio de comedor, si lo hubiese, o para que el alumnado disponga de tiempo suficiente para volver al centro en el caso de no contar con servicio de comedor”. Concluir las clases de la mañana a las 14 h y empezar los apoyos o talleres a las 15, 15:10 o 15:15, no nos parece tiempo suficiente para hacer la comida en condiciones óptimas, sobre todo cuando en algunos casos, uno de los argumentos empleados para proponer el cambio horario es que las familias dispongan de tiempo suficiente para comer juntas sin el estrés que actualmente parece que a algunas familias les ocasiona tener que volver a clase por la tarde. Nos preocupa por todo el alumnado, pero de manera especial por el susceptible de recibir los apoyos, puesto que es el más necesitado de que se le garantice que lo hace en las mejores condiciones. No deja de parecernos una contradicción que se argumente el escaso rendimiento del alumnado en periodo de tardes, y sea en ese momento cuando se pongan los apoyos al que más necesidades tiene.
Nos preocupa de manera especial que todos los proyectos plantean un único turno de comedor, cuando muchos de ellos tienen dos e incluso tres en la actualidad. Es evidente que con la aprobación de proyectos de estas características el número de comensales desciende, en algunos casos, considerablemente. Pero si no pudieran entrar todos los niñ@s en un único turno, habría que pensar que los que entrasen en el segundo turno (incluso aunque este fuera lo que denominan turno corrido, que consideramos tampoco garantiza que se dedique un tiempo suficiente a la comida, alejando ese servicio además del carácter educativo que siempre hemos defendido), no lo harían antes de las 15 h (no olvidemos que en el primer turno quienes acceden al comedor son los más pequeños, que son también, los que tardan, como es normal, más en comer), lo que a todas luces no parece el horario idóneo para comer a diario los menores.
Otro capítulo que nos está sorprendiendo negativamente es ver cómo en varios proyectos se han programado dos recreos en primaria, dividiendo los actuales 30´de descanso en dos sesiones de 20´y 10´respectivamente. Nos sorprende no solo porque el sentido común nos lleva a pensar que esta división no es efectiva para conseguir la necesaria desconexión del alumnado que le permita cargarse de energía para retomar las clases posteriores, reponiendo fuerzas comiendo algo, sino porque ya somos conocedoras de que algunos centros que habían programado esta división están revirtiéndola, por lo descrito. En consecuencia, nos parece que introducir y aprobar los proyectos que así lo contienen es una irresponsabilidad tanto por los que han elaborado el proyecto como por la Administración
Somos conscientes de que en esta fase de la convocatoria y según la normativa que la ampara, son las familias quienes deben valorar estas y otras cuestiones y por ello nos hemos dirigido a todas nuestras AMPAs para que se aseguren de que todas las familias conocen los proyectos, que se organicen sesiones explicativas de los mismos para resolver dudas y todo ello se hace desde el respeto, el diálogo y la honestidad de pensar, primordialmente, en los niños y niñas y no desde la confrontación. Pero igualmente consideramos que la Administración tiene que velar por los intereses del conjunto del alumnado, sabiendo que no todo vale y que es la primera responsable de que lo que se cobija bajo el paraguas de la pedagogía no entra en contradicción con el del sentido común.
Por último, recordamos que los próximos días se celebrarán las votaciones en las que las familias se pronunciarán sobre los proyectos de sus centros por lo que animamos a que todas vayan a votar y pedimos a los centros que faciliten esta participación estableciendo horarios amplios para las votaciones, no sólo en este proceso, sino también en el resto de procesos electorales que puedan producirse, especialmente en las renovaciones parciales de los consejos electorales.
Zaragoza, a 9 de marzo de 2018
FAPAR
No hay comentarios:
Publicar un comentario